El proyecto minero de la empresa pirata Quantum sigue adelante en su empeño de contaminar una tierra ya especialmente castigada por las altas tasas de cáncer de pulmón debidas, entre otras cosas, a las concentraciones de gas radón emanado del subsuelo y de las construcciones existentes según el Centro Nacional de Estadística del Instituto de Salud Carlos III. La ubicación de la primera mina a cielo abierto de tierras raras en Europa está proyectada en el Campo de Montiel, a 8 km de Valdepeñas, a menos de 2 km de Torrenueva y junto al pantano de La Cabezuela que abastece a la comarca.
Actualmente se está trabajando y manipulando monacita, mineral declaradamente radiactivo, en corrales del casco urbano de Torrenueva. Corrales en los que no se contempla ninguna medida de seguridad y en los que se han realizado mediciones de radiación que sextuplican la dosis máxima permitida, según informes de Quantum.
Al riesgo de aumento de la radiactividad ambiental se une la mayor contaminación del aire por el polvo en suspensión que provocaría un aumento de las partículas nocivas (PM2,5) para el aparato respiratorio. Las promesas que realiza Quantum de realizar los trabajos en húmedo no son creíbles. Por todo ello, no nos explicamos cómo es posible que las autoridades políticas y sanitarias permanezcan mudas ante los riesgos para la salud pública que se ciernen sobre la comarca del Campo de Montiel y, por extensión, de toda la provincia.
Actualmente se está trabajando y manipulando monacita, mineral declaradamente radiactivo, en corrales del casco urbano de Torrenueva. Corrales en los que no se contempla ninguna medida de seguridad y en los que se han realizado mediciones de radiación que sextuplican la dosis máxima permitida, según informes de Quantum.
Al riesgo de aumento de la radiactividad ambiental se une la mayor contaminación del aire por el polvo en suspensión que provocaría un aumento de las partículas nocivas (PM2,5) para el aparato respiratorio. Las promesas que realiza Quantum de realizar los trabajos en húmedo no son creíbles. Por todo ello, no nos explicamos cómo es posible que las autoridades políticas y sanitarias permanezcan mudas ante los riesgos para la salud pública que se ciernen sobre la comarca del Campo de Montiel y, por extensión, de toda la provincia.
